La socialista Pilar Aranda permite un régimen comunista en la facultad de políticas de la UGR

La rectora de la Universidad de Granada (UGR), la socialista Pilar Aranda (formó parte de la candidatura del PSOE por la provincia de Granada en 2008), permite constantes aquelarres comunistas y proetarras, homenajes a dictadores genocidas o tener colgados carteles andalucistas, siempre de la misma ideología bolchevique.
La rectora de la Universidad de Granada (UGR), la socialista Pilar Aranda (formó parte de la candidatura del PSOE por la provincia de Granada en 2008), permite constantes aquelarres comunistas y proetarras, homenajes a dictadores genocidas o tener colgados carteles andalucistas, siempre de la misma ideología bolchevique.
Borja Jiménez

La rectora de la Universidad de Granada (UGR), la socialista Pilar Aranda (formó parte de la candidatura del PSOE por la provincia de Granada en 2008), permite constantes aquelarres comunistas y proetarras, homenajes a dictadores genocidas o tener colgados carteles andalucistas, siempre de la misma ideología bolchevique.

Los «cuatro gatos» que conforman la gente «liberal o de derechas» han llegado a acostumbrarse a tal falta de neutralidad institucional, tal y como ha narrado a OKDIARIO Eduardo Lanseros, presidente de Students for Liberty Granada (SFL-G). La falta de libertad, además, se hace evidente, toda vez que es prácticamente imposible que ellos hagan un debate o reunión en una facultad convertida en el sueño de parte del Gobierno, una dictadura comunista.

Entre estas líneas, podrán ver algunos de los carteles que «desde hace años» cuelgan en las paredes de los pasillos de la facultad. Desde la Universidad, además, callan: «Son los únicos que hay por la facultad. No hay de ninguna otra ideología. Ahora hay un nuevo decano e intentaremos hablar con él sobre los cuadros y la falta de neutralidad institucional», explica el presidente de SFL-G. Este periódico ha tratado de ponerse en contacto por diversas vías con el departamento de comunicación de la UGR para tratar el asunto, sin éxito.

Las reuniones y las charlas son prácticamente imposibles… para la gente que no comparte los ideales del ‘régimen’ instalado en la facultad. «Es un tema tabú que no se puede tocar, porque toda la gente es de izquierdas. Los liberales o la gente de derechas somos cuatro gatos, y es imposible hacer nada ahí dentro», continúa Lanseros.

Cartel colgado en la Facultad de Ciencias Políticas de la UGR.

Alsasua

Cuando el debate sobre los agresores a dos agentes de la Guardia Civil y sus parejas sentimentales en 2016 el pueblo de Alsasua, los jóvenes comunistas de la facultad de Políticas de la UGR no dudaron en hacer una proyección y un debate titulado «Frente a sus intereses, la vida de ocho jóvenes es muy poca cosa», en favor, por supuesto, de los condenados a siete años y medio de cárcel por atentado a la autoridad y lesiones.

Cartel de apoyo a los proetarras de Alsasua colgado en la Facultad de Ciencias Políticas de la UGR.

«Esto es el pan nuestro de cada día», comenta Lanseros, que afirma que «hacen muchísimas conferencias, proyecciones y mesas redondas», y esta fue, «a mi juicio, una de las más graves».

El genocida Stalin

Los jóvenes comunistas también organizaron una «Charla en defensa de Stalin», quien continuó sembrando el terror comunista en la Unión Soviética tras la muerte de Lenin y hasta mitad de los años 50. Durante sus casi 30 años en el poder, se le atribuyen unos 23 millones de asesinatos. Sin embargo, la socialista Pilar Aranda no dudó en mirar a otro lado ante tal aquelarre genocida, autorizado por el decano de la facultad.

Cartel colgado en la Facultad de Ciencias Políticas de la UGR.

«Es lo más aberrante en los cinco años que llevo en la universidad», recuerda Lanseros. «El decano se la aprobó, pero, como nos parecía una barbaridad, fuimos a hablar con él y, tras moverlo por redes sociales, finalmente lo echaron para atrás», continúa.

Sin embargo, ahí no quedó la cosa. Como consecuencia, los jóvenes bolcheviques, en su empeño de homenajear al genocida comunista, desplegaron el cartel -de dos pisos- que pueden ver bajo estas líneas, «diciendo que no dejarles hablar sobre un dictador genocida es chantaje fascista», revive asombrado el presidente de SFL-G.

Cartel colgado en la Facultad de Ciencias Políticas de la UGR.

«La UGR accede al chantaje fascista. No nos callarán ¡Viva Stalin! ¡Viva el marxismo-leninismo», señalaba la pancarta que sostenían los jóvenes comunistas bajo el inmenso cartel en homenaje al genocida.

A continuación, pueden ver cómo la facultad permite a los jóvenes comunistas, no solo colgar cuadros y carteles con ideología comunista, sino también pintarlos y prepararlos en el mismo suelo del centro.

Jóvenes comunistas preparan un cartel comunista.

En otra ocasión, los jóvenes comunistas del régimen universitario instaurado en la UGR daban cursos de formación sobre la creación de un nuevo partido leninista. «Es tremendo. Es el pan nuestro de cada día en la facultad. Estos carteles son constantes. Ya te acostumbras a ese adoctrinamiento, y ya pasas hasta de hacer de hacer fotos», reconoce un compungido Lanseros.

Cartel colgado en la Facultad de Ciencias Políticas de la UGR.

 

La UGR en favor de la «constituyente»

En 2017, el seminario ‘Otro pensamiento es posible’, de la propia UGR, organizó junto a distintas asociaciones comunistas todo un mitin en favor de «la constituyente» venezolana de Nicolás Maduro titulada: «Venezuela: el acoso continúa».

Cartel colgado en la Facultad de Ciencias Políticas de la UGR.

En tal charla, organizada por la UGR a través del citado seminario, intervinieron una profesora de la Universidad Complutense de Madrid, Ángeles Díez; un profesor emérito de la propia UGR y Carmen Morente, de la Plataforma Simón Bolívar de Granada. 

Pasividad de la UGR de la socialista Aranda

Sin embargo, lo que lleva «desde hace años» colgado en la UGR son distintos cuadros «andalucistas, con la hoz y el martillo, de UGT y de CCOO por toda la facultad». «Es lo grave», opina Lanseros, que afirma que «no hay neutralidad institucional». «Lo llevamos denunciando cinco años. Es impresionante», recuerda el joven.

Único cartel colgado en la Facultad de Ciencias Políticas de la UGR que desde STF lograron retirar.

«Una vez, desde Students for Liberty enviamos una carta al decano diciendo que se vulnera la neutralidad institucional, y no recibimos ninguna respuesta. Finalmente, la vicepresidenta y yo fuimos directamente a hablar con él sobre que haya cuadros por toda la facultad con simbología de un régimen que ha asesinado a millones de personas, y nos respondió diciéndonos que entonces tendría que quitar todos los libros de Marx de la biblioteca», rememora Lanseros, que recuerda cómo, pese a ello, insistieron.

«Conseguimos más de 1.000 firmas para retirar uno de los cuadros. Y lo quitaron ‘de extranjis’, para no ofender a nadie. Vieron la que se les venía encima y lo acabaron quitando. Las asociaciones de izquierdas preguntaron al decano y les dijo que no sabía nada, entonces las asociaciones de izquierdas nos acusaron a nosotros de haber robado el cuadro», explica el presidente de SFL-G.

Acoso a los no comunistas

Desde SFL recuerdan que, aunque lograron que se retirara uno de estos muchos cuadros y también que no se organizara el homenaje al genocida Stalin, este tipo de aquelarres son constantes. 

De hecho, sendos hechos son simplemente «pequeños logros» porque  «todos los demás cuadros, el del ancla marinera con el símbolo comunista, o muchos más, son los únicos que hay en la facultad», insiste Lanseros, que recuerda que a ellos ni se les puede pasar por la cabeza colgar algo que apoye a una ideología diferente.

Cartel colgado en la Facultad de Ciencias Políticas de la UGR.

Desde SFL añaden que para ellos es muy difícil organizar una charla o un debate por los intentos de boicot, ya que la inmensa mayoría de alumnos harán lo que sea necesario para que no puedan hacerlo. Exactamente el mismo odio a lo diferente y la misma censura que se vive en una dictadura como las que apoyan.

Cartel colgado en la Facultad de Ciencias Políticas de la UGR.

Cabe recordar que la rectora de la UGR, a la que el PSOE-A otorgó un premio en reconocimiento «a su lucha por la igualdad y en la defensa de los derechos de la mujer», permite, precisamente, que no haya ningún tipo de igualdad en una facultad regida por una dictadura ética que los propios alumnos han instalado en el centro… y sobre la que ella cierra los ojos.

Cartel colgado en la Facultad de Ciencias Políticas de la UGR.
Cartel colgado en la Facultad de Ciencias Políticas de la UGR.

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